...y ella dedicada a mirar a todos lados, a ver pasar los postes telegráficos y los cercados como si viese un desfile de circo.
William Faulkner, Luz de agosto
Leer a Faulkner por primera vez. Leer Luz de agosto entre luces diferentes entre sí y tener la sensación de estar viajando, como Lena, desde Alabama hasta Jefferson; o de, como Hightower, observar esa luz infinita del verano sin moverse de casa.
Leer a Faulkner es sentir la soledad y el dolor. También la fuerza de ambos. El dolor de Christmas, Byron, Hightower y Lena es un dolor muy de dentro, un dolor que no deja cicatrices, pero que les pesa como si de una gran carga se tratase. Da la sensación de que no piensan en ella, tal vez sea que no lo hacen o tal vez les duela tanto que algo así nunca pueda mostrarse. Pero, en ese viaje que es su vida, a pesar de todo, también se busca la esperanza. Como Lena, no buscamos a nadie en concreto; sin embargo, si encontramos el lugar, nos quedaremos allí para siempre.
La foto es mía, tomada en 2010 (Playa de San Juan de la Arena, Asturias). Pésima calidad de Blogger.
ResponderEliminar¡Qué felicidad leer este post y recordar Luz de agosto! :D Fue la primera novela que leí de Faulkner, cuando tenía 18 años, y me encantó, me atrapó desde el principio esa imagen de Lena esperando al borde de la carretera como si no existiera el tiempo. Los personajes eran increíbles. Qué alegría saber que lo has estado leyendo y disfrutando hace poquito :)
ResponderEliminar¡Anouk! Mira cuando veo este comentario... Me fascinó cuando lo leí a principios de verano. Es una de esas novelas, como Rayuela, que tiene todo lo que tiene la vida.
Eliminar