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martes, 30 de diciembre de 2014

Diario de una lectora (XVIII): (de una lectora de periódicos) Reivindicarse, aunque con cansancio

El sábado en Babelia Manuel Rodríguez Rivero comenzaba su artículo "Listas: las cuentas de la vieja" diciendo: "Algo va mal, me dije. La incómoda sensación se me desencadenó leyendo la lista de los 'mejores libros' del año confeccionada por Babelia a partir de las votaciones de los críticos". La "incómoda sensación" es comprobar que en la lista solo figura, en el número 6, una obra escrita por una mujer; Hasta aquí (Bartleby) de Wislawa Szymborska.

Rodríguez Rivero señalaba que, al ampliar la lista a los veinte primeros, aparecen dos autoras: Jorie Graham e Inger Christensen. Además precisa algunas otras cosas:


  • De los 410 títulos seleccionados por los críticos solo 68 están escritos por mujeres
  • De 41 críticos 10 no selecciona ninguno esrito por una mujer
  • Fueron 34 críticos y 7 críticas las que hicieron la valoración
  • De las siete mujeres, dos no incluyeron ningún libro escrito por una mujer. 
  • Solo hubo una mujer que incluyó cinco (la mitad). 
  • Ninguna obra escrita por una mujer ha obtenido el título de "libro del año" en anteriores ediciones. 

El autor del artículo abre debate y lo considera "sospechoso". Aun partiendo de que toda lista, y más encargada al periódico más leído en nuestro país, tendrá connotaciones de carácter editorial y de mercado cultural, hay que considerar que no por ello deja de ser necesario volver a la cuestión. Si se lee el artículo en línea, algunos se inclinan, por ese motivo, por dejarlo pasar. Otros, son abiertamente machistas: "Sugiero al articulista que compare el número de autores masculinos que quedan fuera de la lista. Compárelo con el número de autoras que quedan fuera. Luego, hablamos."; "¿Y porque ser mujer hay que votarla?...se vota positivamente si el libro es bueno, y eso es un bien escaso, sea mujer u hombre. Tonterías las justas"; "Una pregunta tonta, señor Rodríguez Rivero: ¿se trataba de elegir los libros que cada crítico considerase los mejores editados en 2014, o de hacer una lista de libros teniendo en cuanta la llamada discriminación positiva?"

No creo que un libro como Mi patria A4 de Ana Blandiana, traducido en PreTextos este año, haya que incluirlo por discriminación positiva. y esto es tan solo por poner un ejemplo. No he leído todos los que se han publidado, ni mucho menos todos los que han publicado las mujeres, pero este es un caso enigmático, un libro que brilla por el valor que esta traducción tiene para conocer a una poeta que no alcanzaríamos si no fuera por ella. Tampoco puedo evitar que se me pase por la cabeza que tal vez si la brillante  Szymborska no hubiera muerto, probablemente tampoco apareciese en la lista.

Hace unos meses Carmen G. de la Cueva me pidió para el espacio La tribu de Frida unas reflexiones sobre feminismo, en ellas convengo que lo más importante es el alcance de que el espacio público sea mixto, y no limitarse a una especie de "hermandad femenina". Pienso, positivamente, que este artículo lo ha escrito un hombre.

Por otra parte, este año ha sido el año del documental Se dice poeta, de Sofía Castañón, que tuve la suerte de ver en la programación del ciclo de documentales Crea.doc de la Cátedra Leonard Cohen. En él se rastrea con minucia el problema del género en unas cuantas poetas españolas. Se rastrea porque se indaga, se razona, y se aporta una mirada lúcida a una situación en conflicto. 



El artículo de Rodríguez Rivero se limita a hacer constar una situación que se da año tras año, y que es una de las razones por las que ha surgido un documental como el de Sofía Castañón. Las listas ya las vamos oliendo de lejos. Además no se discrimina solo a las mujeres, sino también a otros hombres en favor de los que se ajustan más al modelo crítico del establishment literario de nuestro país. Nunca está de mal pararse a ver cómo están las cosas, si acaso, aunque tarde, queremos cambiarlas.

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