Instagram

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Diario de una lectora (XII): Tomándole la palabra a César Vallejo

Su cadáver estaba lleno de mundo.
César Vallejo. 

Viviendas solidarias, dijeron los ministros.
No dijeron más dignas que nosotros,
criaturas sin modales ni costumbre,
casi bestias del campo a la intemperie. 

Isabel Pérez Montalbán 

***




Hace poco escuché recitar a Isabel Pérez Montalbán. Decidí hacerme con su libro Un cadáver lleno de mundo. En el libro, la intimidad y la experiencia personal viene  para convertirse en la historia de todos. La memoria colectiva no son más que esos llantos individuales que se dan en voz alta, paisajes humanos pasados por el filtro de la poesía. Y la palabra es entonces esperanzadora. Existe, porque existe el desamparo.

La poesía que hace Isabel Pérez Montalbán es así: descompone el lenguaje que tópicamente ha caracterizado a los discursos literarios, deshecha lo que no sirve para decir el dolor de todos, el del mundo. El linaje personal está marcado por la reivindicación política, incluso cuando los manifiestos han cesado, y solo la experiencia práctica del día es palabra válida contra el olvido:

 En medio de una huelga general
vine al mundo de pie: floración subversiva
nube o pez casi rojo. Qué podía esperarse.


Las viviendas sociales en las que ha pasado su infancia son el punto de la elegía, la voz de las mujeres, poetas o poetisas, tienen aquí su palabra inmensa.  Poesía en los subsidios, poesía en las viviendas sociales, poesía en cadáveres llenos de mundo

Esto es, en 2014, cuando ya hemos perdido todas las esperanzas, tomarle la palabra a César Vallejo, Incluso con la miseria, incluso con la impotencia, sin lavanderas y con desempleados, en viviendas sociales, en el silencio y la voz que no escuchan.



No hay comentarios:

Publicar un comentario