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domingo, 15 de septiembre de 2013

En Lisboa aprendí muchas cosas.

Entre ellas:

 1) Que en el Jardím da Estrela se juega a las cartas para matar el tiempo y, entonces, el tiempo se detiene:

En el Jardím da Estrela se juega a las cartas para matar el tiempo 
 
Sin título


3) Que las ruinas siempre esperan:


En Lisboa también hay ruinas que esperan


2) Que siempre esperan quienes caminan despacio.


Sin título 
 
 
En el Parque das Naçoes también se espera 
 
 
Siempre esperan los que caminan despacio


Esa última espera me recordó a uno de los vídeos realizados por Michael Nyman en 2011.


(Todas las fotos son mías). 

3 comentarios:

  1. Estimada Raquel Fernández:

    me he quedado de piedra, pero una piedra que llora, al ver ese video de Michael Nyman. ¿Cómo te has enterado de su existencia? Me sorprende, y me alegra, esas referencias tan amplias en alguien tan joven como tu. A mí me parece que revela lo que tantos (nos metemos todos en el saco, y que salga el que pueda) ignoramos, escenas que todos los días, todos, pasan en las calles en las cuatro esquinas del planeta. Así que gracias por poner ese contacto. Por cierto, estuve hace muchos años en Lisboa, y creo que ya estaban en el barrio de la Estrella esos mismos jugadores (u oferta equivalente). Me gustó mucho la tarde de agosto que pasé allí.

    También me alegró mucho leer el poema que ha salido, creo que hace pocos días, en la revista El coloquio de los perros.

    Nada más. Espero seguir leyendo muchas más poemas y que aportes más pistas que personas como yo podamos seguir. Un saludo muy afectuoso.

    Mario Jurado

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  2. No estoy contento con la condescendencia que exuda el comentario que te escribí ayer, sobre tu joven edad. No, no es nada que tenga que sorprender cuando se trata de poesía.

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  3. No estoy contento con la condescendencia que exuda el comentario que te escribí ayer, sobre tu joven edad. No, no es nada que tenga que sorprender cuando se trata de poesía.

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