Deseando que mi conciencia siga saliendo de las habitaciones, no renuncio a sentirme completamente viernes con la lectura del libro de García Montero: «Los cuerpos juveniles son presente,/ pero nos llega impuesta del pasado/ la inocencia arbitraria de sus conversaciones».
Ojalá yo pudiera esperarte.
Ojalá yo pudiera esperarte.
Un título delicioso para un libro delicioso.
ResponderEliminarSabes? La última frase... Es curioso cómo podemos sentirnos desnudos cuando el lenguaje nos despoja de algo que creíamos exclusivo.