Pocos lanzamientos editoriales me producen este estremecimiento: en unos días la edición definitiva de los diarios de Alejandra Pizarnik estará a la venta. No sé si me haré con el libro o, como con la edición anterior (Lumen, 2003), lo sostendré en la librería para luego volver a ponerlo en su sitio.
¿Estamos preparados para esta crudeza necesaria?
Algunas cubiertas hipnotizan.
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