Siempre insisto mucho en que leer es releer. Ayer releí Usted de Almudena Guzmán y encontré mucho más de lo que hace casi un año había encontrado. Tal vez voy haciéndome más propensa al humor en la poesía, perdiendo seriedad. Será que en poco más de un mes cumplo veinte años y todo parece evolucionar al revés, como hacia una ironía terrible.
Volvemos a comer juntos
Este hombre cada día más guapo y a ti te rebasan las ojeras.
Qué importa.
Qué importa el poco tiempo que tienes para enamorarlo,
qué importa la sopa fría
–no puedes permitirte el lujo de perderlo
de vista un solo instante–
si cuando vas a citar yo siempre estoy triste
él se anticipa y acariciándote los ojos dice que le encanta
tu alegría.
Almudena Guzmán, Usted
Veinte... Eso supone una enorme responsabilidad. ;)
ResponderEliminarPor supuesto, leer es releer. Hay una continuidad secreta y misteriosa entre las diferentes lecturas que hacemos a lo largo de nuestra vida. Releemos a Homero en Borges, ¿no te lo ha parecido alguna vez?
Me ha gustado mucho releerte, Raquel.
¡Y tanto, Juan Antonio!
ResponderEliminar¡Madre mía! y pensar que era la única con ojeras crecidas... de leer, de pergeñar, de insistir en su mirada cuando se ruboriza al pasar...
ResponderEliminar