Para (re)comenzar, estoy leyendo Ariel (con el orden de poemas con que ella lo concibió) desde esta traducción, a la que, dicho sea de paso, ya me había enfrentado hace año y medio para un trabajo de clase titulado Virginia Woolf y otras escritoras del siglo XX. Algunas de mis reflexiones habían sido estas.
O estas.
Voy a terminar prontito La campana de cristal.
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