José Saramago, Caín
domingo, 1 de mayo de 2011
La importancia de lo cotidiano
Con todo, las palabras tienen sus qués, sus cómos, sus porqués. Algunas, solemnes, nos interpelan con aire pomposo, dándose importancia, como si estuviesen destinadas a grandes cosas y, ya se verá más tarde, no son nada más que una brisa leve que no conseguiría mover un aspa de un molino, otras, de las más comunes, de las habituales, de las de todos los días, acabarán teniendo consecuencias que nadie se atrevería a pronosticar, no habían nacido para eso y, sin embargo, sacudieron el mundo.
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Efectivamente.
ResponderEliminarMas un palabra que este inundada de vida, osea viva puede producir incendios y puede alimentar y saciara al que se ve inspirado por ella.
que estes muy bien,
Au revoiiir.
entraba a comentar lo de dostoievski y voy y me encuentro con el señor saramago...
ResponderEliminarno se de quien hablar. es demasiao para mí!!! jajaj
muy bueno ;)