¡Usted no alcanzará nunca lo que son ilusión y bohemia!
Qué difícil es llenar la vida como lo hacía Max Estrella caminando por un Madrid ridículo que nada ofrecía. Y que razón tenía, al empeñarse en que nuestra realidad es, ciertamente, como los espejos cóncavos del Callejón del Gato. Incluso nosotros mismos somos tremendamente esperpénticos. Y solo unos pocos, como Max, pueden verlo. A pesar de todo, siempre nos quedará
la ilusión y la bohemia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario