El hombre de la barba enorme

Este 2010 que está a punto de cerrar sus puertas

ha sido el centenario de la muerte de Tolstoi. Como todo aniversario, un centenario sirve para que se hable a fondo, para que se escriba sobre, para que se estrenen películas. Y todo eso es lo que se ha hecho en torno a la figura del hombre de la barba enorme este año. La brillante película La última estación es una muestra de ello. El filme narra los últimos momentos de la muerte de Tolstoi, incluyendo su muerte en la estación de Astapovo aquel 20 de noviembre de 1910. Totalmente brillante, entretenida, llena de paisajes hermosos, reflejando con exactitud al autor y su alrededor.

Volviendo de nuevo a la realidad del autor fuera de salas cinematográficas, es necesario hablar de su obra, aunque poco queda ya por decir. Anna Karenina es una de las mejores novelas que existen. Aún recuerdo la madrugada veraniega en la que Tólstoi me relataba cómo Anna Karenina se tiraba a las vías del tren. Estaba casi mordiéndome las uñas, al borde de los nervios, totalmente metida en la historia, como si yo también estuviese en esa estación y pudiese leer lo que Anna sentía en su interior. Decir que Anna Karenina es una novela de amor como muchos hacen es infravalorar una obra de arte. Es mucho más que eso.

En Anna Karenina se habla de convencionalismos sociales, de muerte, de dudas, de adulterio, también de sentimientos, entre los que efectivamente se encuentra el amor, pero no únicamente de amor. Tolstoi hace, no solo en esta novela sino en toda su obra, que sus personajes nos recuerden a personas que conocemos, su obra está perpetuamente actualizada por la grandeza del análisis psicológico que hace de cada uno de los seres que habitan sus historias. De ahí que lleguemos casi a plantearnos las mismas dudas que Levine, o que nos entusiasmemos con los comentarios que Natasha Rostov hace en Guerra y Paz.

El hombre de la barba enorme nació para ser leído. Su vitalidad, su forma de morder la vida hasta ese final y su extraña personalidad, hacen de él un personaje único con un talento que raramente se volverá a repetir en la historia de la literatura.